Apareciste repentinamente
sin anunciarte siquiera,
con la lluvia copiosa
de tu fresca imagen.
Lavando por completo
el estrés corredizo
mañanero.
Del que estaba sufriendo
todos los días.
Y limpiaste
con tu agua cristalina
de pureza encendida
mi alma por entero
del hastío adormecido.
Del continuo tedio
que asolaba,
las largas horas
de mi apretada vida.
De mis tardes solitarias,
de mis noches vacias…
eugenio ortiz magro
y Tu tambien llegaste a dar solas a las largas horas de mi apretada vida, con tus poemas Anael Gracias
INCXOGNITO
Con este poema me subyugaste Anael gracias