La oscuridad la tapaba con su manto. Ella se sentía vulnerable y asustada. Temblaba y recordaba la luz que hacía meses que no veía. Llevaba mucho tiempo viviendo entre sombras y no había nadie que pudiera hacer nada para salvarla de tan nefasto destino.
La cuenta atrás había empezado, en pocas horas se presentarían dos guardías ante las puertas de su celda dispuestos a cumplir con la condena que le había sido impuesta.
Mabel
¡Excelente historia! Un abrazo Adriana y mi voto desde Andalucía