“¡Levántate y anda…!” –le dijo-, y aún camina dormido,
sordo con su ceguera, ciego con su mudez,
mudo con su sordera,
a la espera de otra orden que le señale la senda.
Muerte y vida, vida y muerte…
¡bendita sea la suerte de quien le cree y se esfuerza…!
al fin y al cabo es el hombre el que se gana correas
de atarse al cuello las rejas de tenebrosas tinieblas.
Mira con la mirada, oye con los oídos, habla con las palabras,
algo que te ha creado plasmó en el arrugado libro
de sus ignotos designios, para leerla en voz alta,
una orden muy sencilla que por sencilla es sencillo:
“¡Hombre… Levántate y anda…!”
¿No entiendes…?
¡No te quedes ahí varado esperando la Guadaña…!
¡Levanta, aprieta los dientes, alza del barro y afina…!
¡Camina…! ¡Gana a la vida y la muerte…!
Vida y muerte, muerte y vida…
¡Mil vítores y bendiciones a quien en su camino atina!
Luis
….si sólo celebráramos los éxitos y victorias, el camino no podría estar más ausente de testimonios, Manger, con prudencia y amistad lo digo. Un gran poema, amigo, un saludo y mi voto!
Manger
Bueno, estimado Luis, estoy totalmente de acuerdo contigo; creo que he sido yo el que ha errado en la comunicación pues denoto que no se me ha entendido. El texto pretendía ser una loa al esfuerzo, a la voluntad frente a la desidia, no una comparación disyuntiva entre el exitoso y el fracasado; el primero merece tanto bendiciones como vítores, porque supo tanto encontrar su camino como aprovecharlo; el segundo -por más que duela- habrá de conformarse con las bendiciones y seguir intentando el éxito hasta su consecución, y en eso cuenta mucho el esfuerzo del que habla el texto.
Visto lo visto, creo que esto último es lo que me he de aplicar.
Te agradezco mucho tu comentario y tus buenas intenciones. Te mando un fuerte abrazo, amigo poeta.
Luis
Me agradó comprobar que habías realizado un comentario a mi, por lo demás, rápido y precipitado comentario anterior, Germán: a veces, ni tiempo hay, con tantas publicaciones, de hacer una relectura global y parcial de las mismas. Por ello, van mis gracias de nuevo. Un abrazo!
Manger
Totalmentre de acuerdo contigo. No te preocupes, amigo @temor, lo di por entendido. Un fuerte abrazo.
GermánLage
«¡Mil vítores y bendiciones a quien en su camino atina!» Y también a quien yerra, intentando acertar, añadiría yo, aunque, evidentemente, no lo hago, para no alterar el equilibrio de tu hermoso poema, tocayo.
Un fuerte sbrazo.
Manger
Siempre agradecido, mi querido tocayo. Compruebo también contigo lo mismo que nuestro querido amigo Luis y te hago extensiva mi anterior respuesta con la súplica de mil perdones por no saber comunicar debidamente. Te mando un fuerte abrazo junto con mi agradecimiento.
Mabel
Muy buen poema. Un abrazo Germán y mi voto desde Andalucía
Manger
Muchas gracias por pasarte a leer, estimada Mabel. Te mando un fuerte abrazo.
Manger
Mi agradecimiento también a AVM, Esteff 314 y Gusadro por pasaros a leer. Os mando un fuerte abrazo.
Lourdes
Tiene este poema tuyo una fuerza increíble! dan ganas de levantarse y caminar! hay que ponerle voluntad y desenredarse de los enredos a los que esta nos obliga cuando nos falla. El esfuerzo de levantarse, caminar y avanzar! y la fuerza de la voz que nos grita.
Un abrazo!
Manger
Mi agradecimiento por tu inestimable visita, estimada @lourdesb, y especialmente por tu excelente interpretación del texto. Te mando un abrazo.
Manger
Muchas gracias, estimado Xavi, por pasarte y por tu apoyo. Un fuerte abrazo, amigo.
Manger
Mi agradecimiento igualmente a vosotros que pasasteis en silencio por este modesto texto. Un fuerte abrazo.
MARVILLA
Buen trabajo compañero. Hay que intentar siempre levantarse aunque te muelan a veces hasta las neuronas, como Lázaros más allá de la última frontera venidos.
Un saludo y mi voto.
Manger
Hola, Marvilla. Hace ya mucho tiempo que no caigo por Falsaria. Muchas gracias por tu visita y comentario. En cuanto pueda, pasaré por tu rincón y disfrutar de alguno de tus trabajos. Recibe mis saludos.