No podía dejar de llorar. No sabía lo que quería ni lo que tenía, pero se contentaba con lograr destacar en todas mis historias para luego, acabar convirtiéndose en el protagonista principal. Lo peor es que no era capaz de ponerles un punto y final. No sabía acabarlas, así que intentaba ir dando pistas de su vida a los lectores para poder interpretarlo libremente. De este modo, todos éramos cómplices y culpables de haberlo elegido. De golpe, cogí la puerta y me marché.
In processus

Mabel
¡Me encanta! Un abrazo y mi voto desde Andalucía. Bienvenido
relatosaparte
Muchas gracias Mabel. Me alegro de que te haya gustado. Saludos
gonzalez
Me gustó mucho, amigo! Te dejo mi voto y un fuerte abrazo.
relatosaparte
Muchas gracias Gonzalez. Un abrazo.