Nunca imaginó que después de muerta su cuerpo volvería a ser como a los veinte. Senos turgentes, cabello largo, piel tersa. Y había sabido disfrutarlo. En vida había sido muy mala…
El frente del edificio rezaba: “Palacio del placer”. En la puerta, el mismísimo Satanás la recibía con los brazos abiertos:
─¡Bienvenida al Palacio del Placer! Donde nacen todos tus deseos. ¿Te gusta la piel blanca, amarilla, negra? Tenemos de todo. Tu fantasía, ¿son dos hombres, tres, cien? ¡No hay límite!
─No entiendo… ¿Esto es el infierno?
─Es TU Infierno.
Cuando la hicieron pasar no podía creer lo que veía. Decenas de bellísimos hombres se paseaban exhibiendo sus torneados, dotados y musculosos cuerpos con total desenfado. No sólo la boca se le hacía agua al observar tanta abundancia desnuda…
Un mulato había comenzado a bailar cerca de ella, y su redondo trasero había quedado a la altura de su rostro. Lo hacía con maestría, su sinuoso y escultural cuerpo acompañando sus movimientos, con esa gracia natural que los morenos tienen al bailar.
Se sentía tentada de morder aquella carne marrón que se le antojaba de chocolate. Estaba en su propio infierno. El diablo se lo había dicho… Así que sin contenerse aplicó sus labios y dientes sobre esa tentación irresistible para ella. Al instante la boca se le secó. El hombre completo se convirtió en ceniza ante su contacto.
Entonces escuchó la sentencia del diablo:
“Desearás hasta el paroxismo. Pero no podrás obtener placer. Jamás.”
Y cerró la puerta.
Erótico Infierno

Esruza
Los abusos sexuales se pagan caro, después.
Mi voto
Ricardo Grimes
Bueno, al menos le queda la mastur… Oh No!!!!
Eli...
¡Muy buen cuento! Me encanto, yo nunca nombro a ese personaje.
Un abrazo Estela
Eli...
Mil disculpas @ivandrudov.
Me confundí de escritor.
¡Excelente cuento!
Saludos
Candy
Vaya condena eterna, al principio pensé que era el infierno perfecto…
Athena
Es genial,. Te basaste en el mito de Tántalo, ¿cierto? Quedo maravilloso esa parte.