—En términos humanos, la existencia es profundamente inmoral —dijo la filósofa a su anfitrión—. Todos los seres vivos sobreviven devorándose unos a otros. La belleza del león sería imposible sin la muerte y el dolor de los antílopes de los que se alimenta. ¿No es esta una razón suficiente para afirmar que todo Bien nace del Mal?
—Veo que eres una mujer inteligente —señaló su anfitrión—, así que te haré una confesión: entre mis pequeños vicios se cuenta el canibalismo. A la luz de tus teorías, supongo que no te molestará que te devore, como el león a la gacela.
Al oír estas palabras, la filósofa agarró una botella de vino y la descargó sobre la cabeza del caníbal.
—¡Hipócrita! —gritó el antropófago, aturdido—. ¡Inconsecuente! ¡Has sido incapaz de atenerte a tu propia conclusión!
—Que la belleza del león sea imposible sin su crueldad no quita para que el antílope le propine una buena coz, si se acerca demasiado. Además, está el otro asunto…
—¿Qué otro asunto?
—Por mucha carne humana que comas, seguirás siendo igual de feo.
Dr. Krapp
Buena resolución de un caso en el cual un ser humano primitivo se considera por encima del otro como si se tratase de un depredador de otra especie. No me imagino a un antílope macho diciéndole esa clase de argumentos a un antílope hembra, sería expulsado de la manada.
Encantado de leerte
The geezer
Jajaja, una demostración contundente!
Saludos
César
Gian
Me gusto el relato. El final me dio cierta gracia.
Saludos y mi voto.
Gian.
Luis
Buenísimo Leire, todo se pega menos la belleza, también. Un abrazo y mi voto entusiasta!!
Esruza
Buen relato, Leire.
Mi voto
Saludos
Estela
aylacosmos
hahaha muy bueno 🤣🤣🌟🌟🌟
aylacosmos
y muy bien escrito 😉
Eli...
Muy bueno, me encantó, ja, ja, ja.
Va mi voto y abrazo 🙂