Su marido era insufrible. Ella no podía entender por qué razón la había dejado a solas con él, marchándose a toda prisa con el pequeño. Sus grandes ojos no habían parado de observarla, tan pronto como quedaron a solas. «¿Qué pretende? Me tiene atada y ni siquiera me ha ofrecido un poco de agua… Si ella no regresa a tiempo, creo que me lo voy a hacer todo encima… No me gusta nada su mirada y… ¡Por fin, de vuelta!», ladró la perra, aliviada, identificando la familiar presencia de su dueña, a su regreso del pediatra con el bebé.
A solas

gonzalez
Me gustó, Zarita. Te dejo mi voto y un fuerte abrazo.
Tara
Que lindo 🙂
Mabel
Muy buena historia. Un abrazo Zarita y mi voto desde Andalucía
aylacosmos
qué buenoooo :DDD
eleachege
Interesante relatos y revelador final. Un saludo y mi vooto, Zarita.
Luis
Sorprendente relato con un final mayúsculo y gracioso, un saludo y mi voto!
Alejandro F. Nogueira García
“Zarita es insufrible. Partiendo de una misma frase ha construido dos relatos completamente diferentes, dejando a los lectores cavilando con cuál de los textos se queda.
En uno de ellos, cuyo título interrogativo ya supone un claro desafío al lector, provoca un giro de 180° en nuestras neuronas en tres o cuatro líneas; como si los lectores no tuviésemos suficientes ajetreos como para que las escritoras nos anden bailando la materia gris de un lado para otro.
No contenta con eso, en el otro relato, el “viaje” que reciben nuestras células gliales es aún más demencial. Hay que tener la mente bien asentada para no acabar loco después de sufrir los descomunales virajes a los que se ve sometida al leer el texto. Que haya que leerlo tres o cuatro veces para enterarse de lo que pone a pesar de estar perfectamente escrito implica que Zarita ha anticipado nuestros prejuicios y ha jugado con ellos lo que le ha dado la gana. La trayectoria de las neuronas del lector, en este caso, no es un simple desplazamiento; no. Es un imposible tobogán trazado a modo de “banda de Moebius” para el que no todas las cabezas están preparadas. Ante semejante muestra de talento ¿qué puede hacer el “indefensible” lector? Una de dos: o bien denunciar a Zarita por manifiesta “torsión de neuronas ajenas” o bien disfrutar de la fiesta literaria que nos propone. ¿Qué hacer?”
Disculpa, Zarita, por esta broma-homenaje y muchas gracias por tus aportaciones.