Andy
La primera persona rara vez es la acertada, aunque suele ser la que lo lleva todo consigo:
La inocencia. Las lágrimas al decir por primera vez «te quiero» y el llanto después de discutir.
La adolescencia. Los d […]
La primera persona rara vez es la acertada, aunque suele ser la que lo lleva todo consigo:
La inocencia. Las lágrimas al decir por primera vez «te quiero» y el llanto después de discutir.
La adolescencia. Los d […]
Yo buscaba ser ola.
Dejarme llevar por las corrientes sin distar mucho de una veleta, siempre haciendo lo que me imponía el viento.
Crecer. Cabalgar. Arrollar. Morir en una playa.
Para arrastrarme de nuevo […]
Te esperaré musitándole dudas al olvido. Regando con cristales un jardín corrupto de raíces que nunca verán el sol; porque cuando acabes con todos los demonios que insisten en embrear los pulmones de un inse […]
Si, todo eso es la primera vez, pero nunca se olvida porque no había dobleces, ni mentiras, todo era realidad; después, ya no es fácil creer.
Muy bueno.
Te doy mi voto con un abrazo.
Estela
Exacto, cuando es nuevo lo que sientes y te agrada, lo experimentas sin dobleces como has dicho. Pena que se complique a medida que maduras, ojalá se hiciera mas sencillo.
Todo el relato es excelente pero me he enamorado de estas palabras:
«La confianza. Dormir despreocupado y despertar sin dudas. Cuando no existían demonios detrás de tus pupilas, las sombras eran pequeñas y se esfumaban con una sonrisa. Los colchones aún no eran piedras y enamorarse era cómodo»
Saludos y mi voto.